La masacre de la dictadura tiene ecos en el escenario
Por Betsabé Carillo
El grupo de teatro argentino ‘La cuarta pared’ se
dedica a realizar obras que evocan la memoria de presos políticos y las
múltiples masacres durante la dictadura en ese país.
Guillermo Ale y Nicolás
Masciotro cuentan las historias de hombres y mujeres inocentes que
fueron torturados y sin saber por qué. Estos hechos los construyen a
través de investigación de la memoria de quienes sobrevivieron a la
masacre, a sus familiares y consulta bibliográfica.
Las escenas se recrean en contextos crudos que invitan a
los espectadores a adentrarse en la crueldad humana con argumentos
injustificados. El discurso escénico puede resultar chocante, señalan
los actores, pues se evoca a la iglesia, sus prácticas tradicionales y
silentes que apoyaron las tortura. “Nuestros argumentos resultaban
obsoletos, nos decían que hacíamos un teatro de panfleto y hoy como se
han reabierto sobre desaparecidos, reconocen nuestro trabajo como teatro
político”, comentan.
Durante una semana han presentado su obra ‘Bukenval’ en
el teatro Malayerba. Sin importar el desgaste físico por el largo
viaje y los altos costos de producción, Ale y Masciotro entregan su vida
en la escena.
Los actores evocan a dos locos que están en un
manicomio y recuerdan escenas de persecuciones y la matanza de sus
familiares. La esperanza está viva en los personajes que han preferido
perder la razón a racionalizar la situación política de su país.
“Al hablar de estos temas es importante ser
consecuentes con lo que cuentas; es decir no puedes hablar de cadáveres y
dictadura y cuando bajas del escenario ser mala persona”, destaca
Guillermo Ale.
El estilo de vida de estos actores responde a sus
ideales, su trabajo artístico se ha convertido en su eje. Su compromiso
con la política de su país y de América Latina les ha permitido tener un
juicio crítico y sospechar de los mandatarios. “Ahora hay más marketing
político que ideas, te venden un tipo de patria en lugar de proponer
ideales”, señalan.
Su puesta en escena tiene varias lecturas y sus
historias parecen muy familiares en los países Sudamericanos. Los
inocentes que han desparecido, que fueron torturados y sus cadáveres aún
no se hallan, también es una historia cercana al país. Por ejemplo, el
caso de los hermanos Restrepo, cuya búsqueda e interrogantes no se han
finalizado.